
Respecto a su opinión (influida me temo por la visión obcecada de su compañero de partido) solo comentarle que eso de "no se ha querido llegar a un acuerdo" lo dirá usted precisamente por El Molino.
Mi mujer y yo vinimos a vivir a esta calle en 1993 (compramos en el 92). En 1996, siendo yo presidente de El Jaral de La Navata, tuve la primera noticia sobre este asunto en forma de requerimiento judicial.
Repito lo que escribí en el poema (ver abajo): no hubo acuerdo porque El Molino quiso chalanear con un bien público y le salió rana.